Erwin Miyasaka: Takeshi Kitano, el director de cine japonés
De sus dieciocho películas dirigidas, Kikujiro no natsu (El verano de Kikujiro, 1999, innovadora en su filmografía por mostrar un mundo mágico donde los protagonistas son un niño y un exyakuza), Brother (2000, su mejor película de yakuza), Hana-Bi (Flores de fuego, 1997, con la cual ganó el León de Oro en el Festival de Venecia 1997), Dolls (2002, considerada su obra maestra por la puesta en escena y la fotografía de excepcional belleza plástica por el tratamiento de los colores) y Zatōichi (2003, su mayor éxito comercial en Japón) son tres de sus películas más aclamadas.
- Una estética bien definida
Humor inexpresivo, tomas largas, cortes que saltan a consecuencias de un suceso, temas filosóficos sombríos, nihilistas o de dilemas morales, y un cariño profundo hacia sus personajes en estructuras de la comedia negra o del cine yakuza son algunos de sus sellos más particulares.
- Un director difícil de clasificar
Quizás porque es actor, mimo, comediante, escritor, pintor, diseñador de videojuegos japoneses y hasta fue delincuente en su juventud, ha estado permeado de diversas experiencias. El resultado: un realizador que siempre está fuera de las corrientes cinematográficas. Lo suyo es el cine de autor.
Desde el 2005, dicta cátedra en la Escuela de Artes Visuales del postgrado de la Universidad Nacional de Tokio de Bellas Artes y Música.
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