Erwin Miyasaka: descubre el mundo de las geishas del Japón

Erwin Miyasaka: Kyoto es la ciudad más tradicional en lo que respecta a la cultura geisha

Una de las imágenes de Japón más identificadas en el mundo es la de una geisha, que son aquellas mujeres que están vestidas con kimonos coloridos, llevan el rostro maquillado de blanco y están elegantemente peinadas con moños en formas de arcos.

Las geishas son artistas educadas en distintas ramas del entretenimiento tradicional japonés, su origen data de los siglos XVIII y XIX y originalmente eran las hijas de los samuráis.

Erwin Miyasaka: eventos culturales giran alrededor de presentaciones de mujeres geisha

Para ser geisha se debe cumplir con un ciclo de enseñanza que dura cinco años y se inicia a muy temprana edad, generalmente después de culminar los primeros años de secundaria cuando estudian sobre los instrumentos tradicionales de Japón como:

• Shamisen: un instrumento de cuerda
• Shakuhachi: una especie de flauta hecha de bambú
• Taiko: instrumento similar a un tambor

En la fase de formación, a las geishas se les denomina maiko, este período de formación puede ser de seis meses a un año, tiempo que varía según la región, en Kioto, el lapso de aprendizaje es menor. En esta etapa el promedio de edad va desde los 15 años, hasta los 20 años y al iniciar su fase de entrenamiento las maiko deben usar maquillaje siempre y estar ataviadas con kimonos extravagante y coloridos.

Erwin Miyasaka: el maquillaje geisha debe ser meticuloso y completo.

Luego de este período inicial, la maiko usa un maquillaje más ligero y a medida que va disminuyendo el maquillaje se refleja el  grado de madurez adquirido, por lo que una geisha mayor de treinta años ya usa muy poco maquillaje, esto a fin de mostrar su belleza natural.

La mayoría de las maiko al llegar a los 20 años reciben el título de geiko y es en ese momento cuando inician su fase activa de trabajo al entretener y divertir a huéspedes pudientes, especialmente en cenas o banquetes, su objetivo siempre debe ser proteger y prolongar la cultura y las tradiciones japonesas.

Antiguamente, las geishas trabajaban en fiestas y el tiempo de su presentación lo marcaba una pequeña barrita de incienso, que cumplía las funciones de reloj y marcaba el inicio y el fin del espectáculo.

Por: Erwin Miyasaka