Erwin Miyasaka | Las katanas: Las espaldas de los samuráis

La katana es un sable de origen japonés, una especie de espada con forma curva que  era utilizada esencialmente por los guerreros samuráis durante el Japón feudal del siglo XVI. Es el arma más filosa del mundo que es capaz de cortar cualquier tipo de carne, hueso e incluso madera con una precisión exacta.

La katana  también se conoce como la espada del samurái, su tamaño es estándar, la hoja medianamente curvada y con una longitud de sesenta centímetros, se caracteriza por tener un solo filo, el mango largo para dar cabida a dos manos y posee una gran capacidad de corte.

Esta arma se convirtió en la herramienta infalible de los samuráis, debido a la facilidad con la que se desenvaina, lo cual representaba una gran ventaja en los campos de batalla, ya que se podía sacar la espada con un solo movimiento.

Los japoneses diseñaron una herramienta de corte perfecto, la curvatura del filo permite blandirla de forma recta y cortar con efecto de manera simultánea, cumpliendo la función de templado diferencial, lo cual significa que el filo es mucho más duro que lomo, por lo que éste absorbe el impacto y el filo no se pierde.

El método de fabricación de las katanas es similar al utilizado hace millones de años por los forjadores europeos. El primer paso es martillar varios fragmentos de aceros juntos, hasta convertirlos en una barra, posteriormente se dobla la barra en dos varias veces, martillando y alargando el acero, hasta obtener la forma de la katana.

El secreto de la espada está el arte de revestir con arcilla el lomo de la hoja, para aislar el acero subyacente de los efectos de un siguiente tratamiento térmico, que altera la estructura del acero y endurece la hoja. El acero expuesto se endurece completamente y mantiene el filo de navaja, sin embargo mientras más duro sea el acero, será más frágil y quebradizo como el vidrio, por lo que debe efectuarse otro proceso en el que se recalienta la espada recubierta  de arcilla a  800 grados centígrados y posteriormente se sumerge en un baño de sales moderadamente frío, lo que produce las marcas características en la hoja y es esta acción la que genera la curva típica.

Esta técnica no ha cambiado con la tecnología, por ello las katanas mantienen las mismas características de hace millones de años.