Erwin Miyasaka | Cómo influye la cultura japonesa en el desarrollo de los niños

El origami es el arte de hacer figuras de papel sin utilizar tijeras, ni ningún tipo de solución que sirva de pegamento, es una vieja tradición de la cultura japonesa que se  ha transmitido de generación en generación, por miles de años, en principio era una actividad reflejada a la aristocracia, debido a que el acceso al papel se reservaba a las clases más pudientes.

El origami se utilizó en principio para realizar ofrendas en ceremonias shintoístas, sin embargo con el transcurrir del tiempo la actividad se transformó en un pasatiempo al que todos los ciudadanos tenían acceso.

La historia de Japón atribuye a Akira Yoshizawa el título de precursor en el arte del origami, ya que incursionó en la realización de de varios estilos de plegado y se dedicó a ser un gran difusor de la cultura japonesa y la papiroflexia, como también se le conoce a los origamis.

Influencia de los Origamis en el Desarrollo Cognitivo

Múltiples estudios han determinado que la práctica de los origamis ayuda a mejorar la capacidad psicomotora de los niños y promueve el desarrollo intelectual, haciendo énfasis en actividades de racionamiento lógico como las matemáticas y la geometría. 

La práctica de origamis desde temprana edad incentiva la creatividad y la imaginación debido a que los niños pueden hacer sus propios diseños para crear y definir nuevas figuras en el papel, lo cual permite desarrollar la destreza manual y la coordinación motriz, ya que para realizar una figura perfecta se requieren varios pliegues elaborados con cuidado y precisión. La realización de origamis desarrolla la paciencia y la constancia en los individuos, ya que para elaborar una figura se requiere de varios intentos y aprender de los errores para perfeccionar la técnica.

Se cree que la práctica y la realización de origamis mejora la memoria, debido a que es necesario llevar la cuenta de cuántos pliegues se ha hecho y cuál es el patrón de doblaje que se debe seguir para llegar al resultado final, además desarrolla la concentración visual, ayuda a comprender conceptos espaciales y relaja a quienes lo realizan.

El uso de los origamis es el ejemplo de cómo la cultura japonesa ha influenciado al resto del mundo y en la actualidad representa un método alterno de enseñanza infantil.