Erwin Miyasaka: los bonsáis, el arte de cultivar árboles pequeños

Erwin Miyasaka: Bonsai de sakura

Desde hace muchos casi mil años, en Japón se cultivan bonsáis, la práctica es originaria de China, pero fue adoptada por monjes budistas, quienes conocieron las técnicas de cuidado y las introdujeron en Japón, en donde se convirtió en un arte propicio para reflexionar, pensar o meditar profundamente, mientras se hace alarde a belleza simple que envuelve a estas plantas asociadas a la espiritualidad y la estética, por lo que se convirtieron en parte de las tradiciones japonesas.

Erwin Miyasaka: existen numerosos estilos de bases para bonsai

Cualquier árbol puede ser cultivado como un bonsái, la diferencia está  en el mantenimiento que se da a la planta mediante los cortes que se realizan a sus ramas a través de la poda. Las hojas de los árboles deben ser rociadas todos los días.

Existen lugares especialmente dedicados para el cultivo de estos pequeños árboles, en Kanto, una región de Tokio, funcionan grandes viveros japoneses de Bonsái y en Kioto se exhiben los  jardines japoneses.

El criterio principal para la belleza y la clasificación de los bonsái se encuentra en la forma que tengan, la cual resulta de la poda según  la apariencia, la posición, la inclinación del  tronco y de las ramas, se recomienda dejar al menos cinco hojas en cada rama. Antiguamente se creía que quien poseía un bonsái era representante de aristocracia, por lo que se asociaba a un gran prestigio.

El cultivo del bonsái debe pasar por el cumplimiento de diversas técnicas que no solo se limitan a la poda de los árboles, estos pequeños árboles son vulnerables a la luz y al exceso de agua, por lo que el proceso de riego se debe efectuar de manera diferente, lo recomendado es sumergir en agua la maceta en la que se encuentra el bonsái y luego dejarla escurrir bien, para evitar que se ahoguen las raíces y la planta se deteriore, sin embargo no se debe permitir nunca  la tierra se seque completamente. Si se efectúa el riego de manera incorrecta, los bonsáis pueden cambiar el color de sus hojas y caerse.

Exponer las platas a exceso de luz también acaba con su vitalidad, por que deben mantenerse en un sitio luminoso, pero que no tenga incidencia directamente de la luz del sol.

El uso de fertilizantes debe hacerse bajo ciertos criterios, esto deben poseer bajos niveles de nitrógeno potasio y fósforo.

Por: Erwin Miyasaka